VIRGEN PLATYTERA

Este icono bizantino de la Virgen María es una copia adaptada de un antiguo icono oriental llamado Znаmeniye (Madre de Dios del Signo) pintado a principios del siglo XII y ubicado actualmente en la catedral de Santa Sofía de Novgorod, Rusia.

Este icono pertenece al tipo iconográfico “oranta”, puesto que representa a la Virgen María de frente con los brazos alzados en gesto de plegaria. Esta manera de representar a María es de origen muy antiguo y está inspirada en las pinturas paleocristianas encontradas en las catacumbas.

Además, este icono bizantino es la representación pictórica de una famosa profecía de Isaías contenida en el texto bíblico del AT (Is:7, 14): «Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: mirad, una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”». Así pues, este icono simboliza también el embarazo de la Virgen y por ello se representa con el niño Jesús en su seno, que, igual que ella, levanta los brazos para bendecir.

Signo de esta maternidad divina de María son también las letras de la parte superior de la imagen “MR QU” (Mhthr Qeou) que son la abreviación del título de “Madre de Dios” que la Iglesia atribuyó a María en el concilio de Éfeso (431 d.C). Este concilio fue sumamente importante para el arte bizantino puesto que la declaración de este dogma elevó la dignidad de María y la convirtió en la figura más representada en los iconos orientales desde el siglo V hasta el siglo XVII.

Este icono nos ayuda a contemplar, pues, el misterio de la Encarnación y nos recuerda que el Invisible, Aquel que ni los cielos son capaces de contener, Aquel que no tiene cantidad, ni tamaño, ni límites, ha querido hacerse visible y se ha revestido de rasgos humanos para que nosotros lo podamos encontrar. Más adelante y debido a la simbología teológica de esta imagen, la tradición bizantina preferió designar a este tipo de iconos de la Virgen con el nombre griego Platytera, que significa “más espaciosa que los cielos” ya que María contiene en su reducido vientre humano al Credor del universo.

En algunas partes del mundo, a este tipo de imágenes marianas se las denomina también Virgen Sagrario: María porta dentro de sí al Salvador, del mismo modo que dentro del sagrario permanece la presencia de Cristo en la Iglesia. En España, la advocación mariana de Nuestra Señora de la O (también llamada Nuestra Señora de la Esperanza o de la expectación del parto) nace también de este motivo iconográfico de la Virgen Platytera, puesto que en las versiones más antiguas de este icono bizantino el niño Jesús aparece dibujado dentro de un círculo o medallón que indica que este se encuentra en el interior del vientre de su madre

y que recuerda a dicha letra del abecedario.